lunes, 16 de noviembre de 2009

David contra Goliath.



Aquí está la prueba más extravagante que he encontrado en la red. Un aficionado pone a correr un Abarth 500... contra un Kart de competición.
Y claramente, el Kart jugaba en casa, porque el Abarth 500, esta vez, tuvo que rendirse.

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