Aquí os dejo un par de imágenes de esos detalles que convierten al conductor de este modelo en el conductor de un bólido.
Detalles como el pedalier, con el mismo reposapié que encontrarías en un vehículo de competición, sobre un impecable suelo metálico de rejilla.
O como uno de los elementos quizá no tan apreciados porque apenas se ven, pero que el amante de los clásicos sabrá valorar: el tubo de escape "Record Monza", que le da al motor del Abarth 695 Tributo Ferrari un sonido muy característico al pasar de las 3000 rpm.
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